La noción de certeza en Descartes es tan ambivalente como intrincada, desde autores como Alan Gewirth pasando Cottingham hasta llegar a Garber interpretar esta noción se ha transformado en un dolor de cabeza para quienes buscan dar sentido al problema de la verdad tanto en la filosofía moderna como en nuestros días. Este ensayo busca revisar la noción de certeza no en el ámbito de la claridad y distinción sino en el ámbito del trato común y diario que tenemos con las cosas, trató del que nunca podemos abstraernos y que supone el punto de partida de nuestras creencias habituales sobre el comportamiento del mundo.
Abstract:
En la cuarta parte de los Principios, a fin de dar cuenta de los tipos de certeza que habrían de acompañar al conocimiento, tanto al proveniente de los sentidos como al proveniente del entendimiento puro, Descartes introduce la distinción entre certeza clara y distinta y certeza moral a fin de mostrar que no todas las certezas que integran el saber humano habrían de ser del mismo tipo. En el caso de la certeza clara y distinta, ésta habría de ser suficiente para encontrar la verdad y poder edificar un orden de razón siguiendo las prescripciones metodológicas sugeridas en la segunda parte del Discurso. Ahora, el caso de la certeza moral es enteramente diferente al de la certeza clara y distinta ya que ésta no posee como característica definitoria la indubiltabilidad ni tampoco sirve como fundamento para el modelo cartesiano de ciencia. En tal sentido, el propósito del presente trabajo será revisar estas dos clases de certezas en el marco de la propuesta epistemológica del autor en la cual experiencia y razón se encuentran en una relación difícil de interpretar desde la cual Descartes tratará de desarrollar su proyecto científico-metodológico.